Un arma secreta para citas de amor
Han venido. Invaden la matanza. Huelen a plumas, a carencias, a llanto. Pero tú alimentas al miedo y a la soledad como a dos animales pequeños perdidos en el desierto. Han venido a incendiar la edad del sueño. Un adiós es tu vida. Pero tú te abrazas como la serpiente... Ver mas
::“Si tengo un mal dÃa o las cosas no me salen como quisiera, sin embargo no me preocupo como ayer. Porque sé que hay una personita que me está esperando todos los dÃTriunfador a la misma hora y en el mismo sitio y desde el momento en que yo aparezca frente a sus Fanales me hará estar los momentos más intensos de una pasión infrenableâ€.
Estaba echado yo en la tierra, enfrente del infinito campo de Castilla, que el otoño envolvÃa en la amarilla dulzura de su claro sol poniente.
– “Por atención toma lo que te voy a opinar de la mejor manera, pero no dejo de pensar en ti ni un segundo del dÃa. Eres la chica más hermosa que conozco.â€
Eres muy detallista y siempre vives preocupado para que no me falte falta. Eres muy tierno y por ello te adoro con toda mi almaâ€.
Han venido. Invaden la crimen. Huelen a plumas, a carencias, a llanto. Pero tú alimentas al miedo y a la soledad como a dos animales pequeños perdidos en el desierto. Han venido a incendiar la permanencia del sueño.
No hay carencia mejor que dedicar una frase romántica para que tu media naranja solo piense en el amor que se tienen mutuamente y nada ajeno a ello pueda opacar la relación que mantienen.
el alucinación interminable mas contado por Robespierre minuto tras minuto, la mandÃbula rota entre las manos?, Churruca en su barrica como un trono escarlata, los pasos luego contados de Lincoln al salir cerca de el teatro, el estertor de Trotsky y sus quejidos de jabalÃ, Madero y su examen que nadie contestó: ¿por qué me matan?, los carajos, los ayes, los silencios del criminal, el santo, el escueto diablo, cementerio de frases y de anécdotas que los perros retóricos escarban, el delirio, el relincho, el ruido obscuro que hacemos al expirar y ese jadeo que la vida que nace y el sonido de huesos machacados en la riña y la boca de espuma del profeta y su rugido y el chillido del torturador y el aullido de la vÃctima... son llamas los ojos y son llamas lo que miran, luz la oreja y el sonido claridad, brasa los labios y tizón la dialecto, el tacto y lo que toca, el pensamiento y lo pensado, luz el que lo piensa, todo se ignición, el universo es claridad, arde la misma nada que no es falta sino un pensar en llamas, al fin humo: no hay torturador ni vÃctima... ¿y el aullido en la tarde del viernes?, y el afasia que se cubre de signos, el afonÃa que dice sin proponer, ¿no dice falta?, ¿no son falta los gritos de los hombres?, ¿no pasa ausencia cuando pasa el tiempo?
::“El Señor decidió que el tiempo de estar en esta tierra para ti terminó. Mamá, que cosa más extraña es aceptar la osadÃa del Señor cuando ella es contraria a ti mismo, porque yo no querÃa que tú me dejaras tan pronto.
Con algunas de estas frases de amor tu pareja apreciará tener a su lado a una chica romántica y segura del amor que siente por ti.
La cebolla es escarcha cerrada y escueto. Escarcha de tus dÃGanador y de mis noches. Hambre y cebolla, hielo bruno y escarcha sobresaliente y redonda. En la cuna del deseo mi Caprichoso estaba. Con mortandad de cebolla se amamantaba. Pero tu crimen, escarchada de azúcar, cebolla y hambre. Una mujer morena resuelta en vidriera se derrama hilo a hilo sobre la cuna. RÃete, Caprichoso, que te traigo la espejo cuando es preciso. Alondra de mi casa, rÃete mucho. Es tu risa en tus Fanales la candil del mundo. RÃete tanto que mi alma al oÃrte Albornoz el espacio. Tu risa me hace osado, me pone alas.
A veces, cuando en ingreso noche tranquila, sobre las teclas vuela tu mano blanca, como una polilla sobre una Tonto y al teclado sonoro notas arranca, cruzando del espacio la negra sombra filtran por la ventana rayos de espejo, que poesia trazan luces largas sobre la alfombra, y en alas de las notas... Ver mas
– “Cuando te vi aquel dÃa supe que serias alguien particular en mi vida, amémonos y seamos felicesâ€
—¡Abenámar, Abenámar, moro de la morerÃa, el dÃa que tú naciste grandes señales habÃa! Estaba la mar en calma, la espejo estaba crecida, moro que en tal signo nace no debe opinar mentira.